Cómo educar a un gato y no morir en el intento
Por descontado que quien tiene un gato, tiene un tesoro, pero a la hora de educarlos a veces nos frustramos porque son unos amiguetes algo complejos. Pero hemos venido a contaros que es posible. Así es, los felinos son animales muy inteligentes, así que si encontramos la forma correcta de trabajar con ellos podemos enseñarles mil y una maravillas. No, queridos, el TFG lo tendréis que hacer vosotros.
Este entrenamiento es importante hacerlo desde pequeños, como ya vimos por ejemplo a la hora de enseñar a un gato a usar el arenero. Además, estos ejercicios les ayudarán a ser más sociables, menos ansiosos y, por lo tanto, todos ganaremos.
Entendemos que lo primero que queremos trabajar con nuestros traviesos amigos es corregir ciertos comportamientos inapropiados como rascar muebles o morder y arañar. Para otros trucos más sofisticados hablaremos más adelante, si sobrevives y aún te quedan fuerzas para el adiestramiento Pro.
Errores comunes a la hora de regañar a un gato
Los gatos normalmente no responden bien al castigo. Bueno, tampoco es que conozcamos muchos seres humanos que sí, pero con nuestros felinos no solo no resulta útil, sino que además podemos generarles estrés y ansiedad.
En el único caso en el que podremos señalarles que algo es incorrecto es cuando los pillemos con las manos en la masa. Para ello será suficiente una llamada de atención con un tono de voz más grave.
Lo ideal es trabajar siempre con refuerzo positivo, por ejemplo premiándolo con comida, o carantoñas cuando haga algo que te guste. Sabemos que somos todos muy pasionales y efusivos mostrándoles nuestro amor a los gatetes, pero habrá que regularse un poco para no generarles el efecto contrario.
Cómo evitar que tu gato arañe o muerda
Esto es una tarea que debemos identificar desde el principio, ya que de ahí se deriva gran parte de su comportamiento. Un gato puede arañar o morder por varias razones: jugando, porque no respetes su privacidad o no le gusten ciertas caricias, por estrés, ansiedad, etc. Así que, desde pequeños, cuando juguemos con él es importante que cuando nos muerda o arañe, detener el juego, incluso con alguna llamada de atención. Levantarnos y alejarnos del juego. De esta manera, si somos constantes, pronto entenderán que los bocaitos son solo y exclusivamente para su pienso KOME.
Asegúrate de que siempre tenga juguetes para sus instintos depredadores. Muchas veces, esta reacción se deriva de la falta de ejercicio, así que asegúrate de que mueven, persiguen y atrapan lo que sea que les tenga entretenidos su buen rato diario.
Cómo evitar que arañen el sofá o muebles
Arañar es la base de la pirámide de Maslow de nuestros amigos. Forma parte de sus necesidades primarias como comer, dormir… y rascar. Son depredadores y esto lo hacen para marcar territorio y etiquetar una zona como “segura”, pero somos muchos los que estrenamos muebles de Ikea y esto no nos mola tanto, pero… ¡Hay solución!
Suelen rascar en los lugares más transitados y más visibles así que cuando lo pilles, llama su atención con algún sonido poco común. Los alertará. No podemos evitar que arañen pero sí tratar de que lo hagan en otro sitio. Para ello, podemos probar poniendo un rascador que les guste al lado de ese mueble/sofá que les gusta rascar.
Cada peludo es un mundo así que primero deberás resolver la árdua tarea de identificar qué rascador le gusta más, ya que unos prefieren rascar tela, otros cuerda, cartón, etc. Así que una vez dés con la tecla, pónselo cerca de la zona que no quieres que arañe y recondúcelo ahí. También puedes probar rociando la zona con feromonas y poniéndole el rascador al lado.
Por último, recomendaros que tanto el resto de los que conviven en el hogar como los visitantes participen en este entrenamiento. Todos deben saber cuál es el objetivo final y el método que estás empleando.